¿SUPERIORIDAD MORAL O INTERÉS ECONÓMICOS E IDEOLÓGICOS?

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A través de la Historia ha habido, y sigue habiendo, instituciones, personas, ideas, etc. que se han rodeado de un manto de prestigio, autoridad, e influencia sobre la sociedad. En el mundo de la política eran los grandes Imperios y Reinos, Estados; en el mundo de la religión los dirigentes religiosos y en el de la ciencia los investigadores, científicos, filósofos, premios Nobel, etc. Citar a alguno de ellos es utilizar “criterios de autoridad”. Aristoteles dixit, Santo Tomás ha escrito, los Vedas, la Biblia, el Corán, etc. en la Edad Media, y para los ilustrados del siglo XVIII todo se fundamentaba en la razón y en la experimentación, hasta llegar a la segunda década del siglo XX en que llegó el Círculo de Viena que daba el espaldarazo final a la experimentación científica como la única justificación.

Los que piensan diferente, son herejes

Aquel que se salía de los parámetros establecidos era considerado “un hereje”, en el campo de que se tratara. La verdad era una y había que aceptarla a ojos cerrados, sin pensar en los posibles intereses ideológicos, económicos, comerciales, revolucionarios, etc. que estaban detrás de los propagadores de las ideas. Todo eso ocurría a nivel de un Estado, una religión o un continente. Ignoraban que se en la Historia se cumple lo que dice Teilhard de Chardin: “Toda verdad nace como si fuera una herejía”.

En el siglo XXI sigue ocurriendo lo mismo pero a escala planetaria. En este caso los criterios de autoridad provienen de los Organismos Internacionales de dirigen el Planeta, sobre todo de la ONU, –un organismo mundial, supuesta-mente democrático, en el que cinco países tienen derecho a veto en el Consejo de Seguridad del mismo– con sus agencias y organismos especializados como UNESCO, FMI, OMS, FAO, OIT, etc. junto con las multinacionales, que por medio de ONGs manejan y distribuyen cantidades inmensas de dinero que no se sabe muy bien de dónde proviene. ¿Lo hacen por filantropía? No lo creo; siempre hay intereses detrás de esas donaciones y ayudas.

Para evitar nombrar algunas, bien conocidas, pongamos un caso hipotético para explicar cómo actúan muchas multinacionales en el planeta Tierra. Supongamos una empresa multinacional llamada XYZ, que maneja cientos de miles de millones de dólares anuales, y que en “un arranque de solidaridad” hace una donación de 50 millones de dólares a un país en desarrollo, para ayudar e implementar la educación básica y las escuelas. Lo hace poniendo una condición: que en cada escuela y cada lugar público, la empresa pueda colocar una máquina expendedora de su producto para que los estudiantes y docentes puedan adquirirlo (puede ser un expendedor de bebidas). No es que la empresa XYZ busque como fin primario el desarrollo del país a través de la educación de los ciudadanos, lo que busca es su propio interés con la venta de su producto a nivel de todo el país. Seguro que en unos pocos años esa donación se la han devuelto multiplicada.

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Publicado por Dr. Marino Latorre Ariño

Licenciado en Ciencias con especialidad en Químicas por la Universidad de Valencia. Magister en Psicopedagogía y Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Marcelino Champagnat de Lima. Vicerrector de la Universidad Marcelino Champagnat.

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